Reflexiones | EL DESARROLLO EMOCIONAL EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

EL DESARROLLO EMOCIONAL EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

José María Vacacela Gualán

Coordinador General de YACHAY KAWSAY / Fundador de MUSHUK AWAY

Con frecuencia escuchamos a nuestros padres, madres, abuelas y abuelos decir “la salud, la alimentación y la educación en nuestros tiempos fue mejor”. Igualmente podemos ver y percibir hospitales y clínicas llenas de pacientes solicitando atención a diferentes problemas; centros o instituciones psicológicas atendiendo problemas mentales a personas de todas las edades y específicamente a estudiantes con problemas de aprendizaje y/o comportamiento.

Gracias a la pandemia se han podido evidenciar los estados de ánimo, comportamientos y maneras de manejar las emociones de las familias, los estudiantes y los docentes. Al tener que quedarse obligatoriamente en casa han tenido que convivir en familia y compartir tareas y responsabilidades. Esto ha sido muy difícil para muchas familias, ya que al estar alejados sentían que todo funcionaba porque casi sólo se veían para dormir y descansar.

Esto me hace pensar y reflexionar ¿Qué pasa con la salud, la alimentación, y los trastornos mentales? Datos universales sostienen que del 80 al 90% de las enfermedades son psicosomáticas, es decir producidas por nuestra mente, entonces ¿Cómo estamos educando y formando personas saludables? En la educación de todo el país se detectan problemas de comportamiento y de aprendizaje en los estudiantes. ¿Qué pasa entonces con nuestra educación? ¿Se han puesto a pensar, analizar, reflexionar y buscar soluciones?

Sabiendo que las emociones son reacciones neurofisiológicas frente a estímulos internos y externos que producen estados y comportamientos favorables o desfavorables para la vida armoniosa o inarmónica de las familias y la sociedad quiero presentar un análisis de las siguientes preguntas ¿cómo educamos y formamos a nuestros hijos y estudiantes en los hogares y centros educativos?, ¿educamos para la armonía o desarmonía?, ¿las familias y las instituciones educativas valoran el desarrollo emocional de los niños y jóvenes?

Con frecuencia encontramos familias que tienen mucho miedo, desconfianza, inseguridad e infelicidad, producto de un trastorno emocional grave o leve heredado generación tras generación. Muy pocas familias han aprendido a manejar las emociones positivamente; y qué decir de los centros educativos donde la estructura física, organizativa, administrativa y pedagógica están diseñadas para obedecer y cumplir disciplinadamente las disposiciones de las autoridades. Aquí los estudiantes tienen mucho miedo al docente, a las autoridades, a los exámenes y a perder el año; es decir son educados en el temor, la obediencia, la inseguridad, la desconfianza y por lo general son infelices. Podemos evidenciar este sentimiento cuando se informa que mañana hay vacaciones y todos expresan al unísono un grito de satisfacción. Muy pocos centros educativos forman y educan desde el amor, brindando libertad, respeto, responsabilidad, seguridad y felicidad a los estudiantes, a quienes cuando se les anuncia vacaciones sufren o protestan; lastimosamente estos centros educativos por lo general son privados.

En conclusión, se puede observar sólo dos maneras de formar y educar a los seres humanos: en libertad, con amor, respeto, responsabilidad, seguridad, autonomía y límites o reglas consensuadas; o con imposición, directividad, dependencia, sumisión y miedo. Dependiendo del enfoque pedagógico se lograrán seres humanos que hayan desarrollado su inteligencia emocional o no.

Por lo expuesto, considero que no estamos preparados para enfrentar cambios bruscos debido al mal manejo de las emociones, por lo que propongo urgentemente una revisión y cambio estructural educativo en las relaciones familiares e institucionales poniendo énfasis en la activación de la inteligencia emocional.